Ser Muro

La acción es escueta: uno, tropezarse con grietas en las calles.Dos, frente al agujero extraer una hoja de papel lisa, arrugarla y dejarla en la hendidura. Caracteres negros sobre fondo bidimensional blanco. Cada papel contiene una frase escrita en un idioma familiar pero indescifrable. La murra duera. En cierto modo la operación recuerda la de un albañil decidido a cerrar una fractura en la pared, a remendar la falla: cada hoja estrujada toma la forma de la grieta y se acopla en ella como si fuera posible mancillar la fisura. Funo de die. Sin embargo, esas entidades hechas de papel y de palabras no coinciden con ningún nombre, cuerpo o espacio, no son propiedades de cosas intercambiables.

Ser Muro es ser ensayo. No hay consecución posible, tampoco lugar al cual llegar. Si hubiera necesidad de re-adaptarlo al álgebra (un tráfico nunca seguro) el resultado sería siempre unidad remanente. La matemática devenida gestión de la ineficiencia. Un desperdicio de la labor que puede ser también fantasía o deseo. Monisfacer las pecales. He allí posibilidad radical (política) para establecer un nuevo contrato de la palabra.

En Muro no hay remates. Frente a los intercambios escritos y a las convenciones del habla que estructuran la aparente arquitectura del mundo, el ser de muro encarna el lenguaje en su existencia suspensiva. Una presencia que no tiene lugar en la distribución ya dada, que introduce una molestia en el campo perceptivo. Nu incediata infigación. Un desatino. Un garabato. Algo que elude todo control, que escapa del radar para nunca terminar de hacerse asible.Frisco disfecto. Lo que no conduce.

La imagen final es plana.Caracteres negros en hoja blanca arrugada al interior del muro de color. Allí su fijeza es aparente: no hay descripción sino puro rodeo. La corrección (clandestina) del artificio consensual en el uso del lenguaje. Penía fara vortir.Un rulo de papel al interior de la grieta, una esfera, una bala, una granada, una bomba. Muro es una bomba de fabricación casera. Su puro alegato se sostiene en su negativa a la identificación, su rechazo a toda posibilidad de ser nombrado. Ese rechazo no es un detalle menor: aquello, sea lo que sea, está redefiniendo su lugar frente a un determinado orden que quiere hoy nombrarlo todo. Incía de los jeosardos. Ante ello la operación de resistencia consiste en introducir un disenso que corto-circuite la configuración del mundo: re-dibujando los límites de lo que puede ser dicho, re-describiendo los datos que ofrecen formas de acción posibles, poniendo en duda la posición definida de los territorios y sus representaciones.

Muro es el excedente de la lógica. Asperó fasado. La inserción secreta de aquello que no tiene parte en ningún reparto: solo saca de sus casillas, coloca cuerpos fuera de su lugar. El estallido de la plena diferencia. Fragmentos unidos en función de su sola división.

Miguel López